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Implicación de los carbohidratos y el sistema hormonal en el rendimiento físico.

  • 18 ene 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 12 abr 2021

La ingesta de carbohidratos (CHO) tiene una relación con el rendimiento del ejercicio y, por ello, durante los últimos años se han desarrollado un gran número de estrategias para optimizar su rendimiento y disponibilidad. Su almacenamiento tiene lugar en el músculo y el hígado; no obstante, su duración es limitada, por lo que se necesita una reposición diaria. Una alta concentración y correcto recuperación del glucógeno muscular durante un entrenamiento intensificado da lugar a un mejor mantenimiento del rendimiento. La ingesta de CHO, a su vez, tiene un efecto directo en las concentraciones de determinadas hormonas vinculadas al ejercicio.



Implicación de los carbohidratos en el rendimiento físico:


Hay varios mecanismos por los cuales la ingesta de CHO durante el ejercicio puede mejorar el rendimiento. Éstas incluyen mantener la glucosa en sangre y altos niveles de oxidación de CHO, ahorrando glucógeno endógeno, sintetizando glucógeno durante el ejercicio de intensidad, o un efecto central de CHO. Estos mecanismos pueden ser diferentes para entrenamientos de corta duración y alta intensidad (80% de VO2máx) y de larga duración y baja intensidad (60% de VO2máx).

Durante el ejercicio con una intensidad moderada, la ingestión de CHO tiene poco efecto sobre la concentración de glucosa plasmática, pero sin la ingestión de CHO puede caer después de aproximadamente 2h de ejercicio. La evidencia muestra que en estas condiciones la ingestión de CHO parece mejorar la capacidad de resistencia manteniendo la glucemia y altas tasas de oxidación de CHO. En contraste, se ha demostrado que la ingestión de CHO corriendo a ritmo constante reduce la degradación neta del glucógeno muscular en las fibras de tipo I. En una actividad intermitente (ciclismo y carrera) la ingesta de CHO durante el ejercicio parece reducir la degradación neta del glucógeno muscular.

Se ha sugerido que varios factores influyen en la oxidación de los CHO, como el horario de la alimentación, el tipo y cantidad de CHO ingerido y la intensidad del ejercicio. El momento de la ingestión de CHO parece tener un efecto relativamente pequeño sobre las tasas de oxidación de CHO exógeno. Sin embargo, el aumento de la intensidad del ejercicio, el músculo activo se vuelve cada vez más dependiente del CHO como fuente de energía. La oxidación de la glucosa contribuye al aumento de la demanda energética, por lo tanto, es razonable esperar que la oxidación de CHO exógeno aumentará con el aumento de la intensidad del ejercicio. Asimismo, diferentes tipos de CHO presentan diferentes tasas de oxidación. Este efecto se atribuye a los mecanismos de transporte separados a través de la pared intestinal por la glucosa/galactosa (SGLT1), fructosa (glut5) y sacarosa. Por lo tanto, la combinación de diferentes CHO (glucosa + fructosa) puede mejorar la velocidad de oxidación hasta 1,75 g/min.

Implicación del sistema hormonal en el rendimiento físico:


Al comenzar el ejercicio, los impulsos nerviosos de algunos centros motores en el cerebro (“comando central”), junto a una retroalimentación al hipotálamo en el cerebro desde los nervios sensoriales que se originan en los músculos, estimulan o inhiben la liberación de muchas hormonas. Ocurren cambios rápidos iniciales en la secreción de hormonas en anticipación a la necesidad de ajustes metabólicos y cardiovasculares necesarios para apoyar las demandas incrementadas impuestas por el ejercicio. Estos cambios hormonales se tornan más dramáticos a medida que se incrementa la intensidad del ejercicio y se desarrolla la fatiga.

Una de las señales más importantes involucradas en el control del sistema neuroendocrino es la disminución en las concentraciones de glucosa en sangre. El ejercicio intenso y prolongado causa una disminución de la glucosa en sangre y un incremento correspondiente en las concentraciones de epinefrina (EPI), cortisol, glucagón y de la hormona de crecimiento (HC), junto a una disminución de insulina. Estas hormonas tienen un papel primario en mantener una concentración estable de glucosa en sangre y frecuentemente se les llama hormonas glucoreguladoras.

Las respuestas de las hormonas glucoreguladoras ante los ejercicios intensos prolongados son más pronunciadas al ir incrementándose la duración del ejercicio, en otras palabras, a medida que la disponibilidad de CHO se torna limitada y se desarrolla la fatiga. Los cambios pequeños que suceden al comenzar el ejercicio tienen el propósito principal de movilizar una cantidad adicional de combustible para responder a las demandas incrementadas de energía del ejercicio, para desviar la utilización hacia un incrementado metabolismo de grasas, y para mantener la concentración de glucosa en sangre. Los grandes cambios hormonales que suceden más tarde en la ejercitación a medida que se desarrolla la fatiga son causados por el agotamiento de glucógeno en el hígado y en los músculos, por la inhabilidad de mantener una concentración adecuada de glucosa en sangre, y por factores psicológicos relacionados al incremento del esfuerzo necesario para mantener la fuerza y a un estado de ánimo empeorado.


La ingesta de CHO durante ejercicios de resistencia a distintas intensidades produce alteraciones significativas en las hormonas glucoreguladoras. Estas respuestas incluyen una moderación del típico incremento de epinefrina, cortisol, glucagón, y la hormona de crecimiento, y una menor reducción de la insulina. La inclusión de CHO durante el esfuerzo también puede ser responsable de un retardo en la puesta en marcha de la fatiga.


Referencias:

  1. Jeukendrup AE. Carbohydrate intake during exercise and performance. Nutrition. 2004 Jul-Aug;20(7-8):669-77.

  2. Jeukendrup AE. Periodized Nutrition for Athletes. Sports Med. 2017 Mar;47(Suppl 1):51-63.

  3. Davis JM, Brown AS. Carbohydrates, Hormones, and Endurance Test Performance. Sports Science Exchange (2001) Vol. 14, No. 1.

 
 
 

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